Hacía mucho tiempo que me rondaba en la cabeza la idea de hacer una fotografía sobre Ofelia, el personaje de Hamlet, así que, basándome en el cuadro del pintor prerrafaelista John Everett Millais, decidí buscar mi forma de ver esa maravillosa pintura en una fotografía.
Desde hace unos años estoy realizando fotografías bajo el agua, pero siempre en piscinas. Una mañana de julio tenía programada mi primera sesión en el mar. Debo confesar que dentro de mí había una mezcla de ansiedad y emoción, porque sabía que no iba a ser lo mismo, no iba a tener las mismas comodidades ni la misma seguridad que sumergida en la piscina, y eso me preocupaba. Pero el mar me enamoró.
Tras organizar la sesión nos pusimos en marcha. Cogí mi cámara tímidamente y, poco a poco, me fui sumergiendo en el gran azul, explorando cada rincón de ese mundo acuático que desde el primer momento no me ha dejado indiferente.
A todo esto, no iba con la idea de realizar a “Ofelia”, la sesión era otra. Pero siempre la fotografía me sorprende, se pone delante de mi y me dice aquí estoy. Ofelia se presentó ese día sin avisar, preguntándome: “¿Me buscabas?”. Y allí sin pensarlo estaba ella, regalándome su cuerpo, y estaba yo, para retratarlo.
“Ofelia, la otra” es mi visión, es mi interpretación sobre la obra del pintor.
“La mujer yace sin vida,
su cuerpo se desvanece en el agua, se hunde.
Dentro de una caja de cristal descansaras eternamente.
Y los susurros del mar te acunarán entonando tu nombre… Ofelia, la otra.”
